SER HUMANO

Queda aún en nuestra memoria algún rezago borroso del recuerdo de nuestro primer día en la secundaria, tiempo donde nuestras prioridades no eran justamente estudiar o pensar en el futuro, actividades aplazadas para más adelante, dejando así, espacio a otras actividades como practicar nuestro deporte favorito, jugar play station, formar tertulias hablando de todo y de todos, pero generando en pocas ocasiones alguna conclusión constructiva. En términos generales, nuestra vida giraba en torno de toda aquella actividad que asociáramos con pasarla bien.
Posteriormente llegaron los años finales (9, 10, 11), donde nuestra percepción del mundo ha cambiado radicalmente, consecuencia de ello, nuestras actividades favoritas, fueron modificadas drásticamente, ahora, es muy importante relacionarnos con el sexo opuesto, para lo cual vestir bien (a la moda) es esencial, también nos convertimos en noctámbulos pasando de rumba en rumba mientras nos sea posible, dejando nuevamente de lado el hecho de pensar en lo que haremos en el futuro.
Hasta aquí, el colegio ha sido una de nuestras mejores etapas, ya que eran muy pocas las responsabilidades, y era demasiada la diversión que se alcanzaba, todo va de maravilla hasta el día de los grados; los padres que no caben en la ropa del orgullo, y nosotros con un traje que nunca en la vida nos hemos puesto y con pocas posibilidades de usarlo nuevamente, solo esperamos que termine la palabrería para que llegue la gran rumba, esa noche es inolvidable lo mismo de siempre, baile, bebidas, amigas (os) …….., pero esta vez hay un nuevo sentimiento inmerso, la alegría de haber alcanzado el premio de montaña de primera categoría, aunque para algunos esta será su meta final.
Al otro día luego del trago y demás excesos de la noche que dejamos atrás, llego la hora de afrontar lo que veníamos aplazando desde hace mucho rato, nos hacemos la gran pregunta ¿ahora que voy a hacer?.
Al cambiar de ambiente de una forma tan drástica, nuestra mente afronta nuevas emociones y sentimientos que a la postre van a moldear nuestra actitud, de allí en adelante hay muchos caminos a seguir, el que escojamos va a estar definido la percepción que tengamos de nosotros mismos, especialmente de nuestras habilidades, las cuales están dadas por los tipos de inteligencias que creemos poseer.
Algunos escogieron el primer trabajo que se les presentó, con el objetivo de seguir aplazando un tiempo más la responsabilidad de elegir que va ha ser en el futuro, lo grave es que en la mayoría de las ocasiones sin darse cuenta ya tomaron la decisión. Otros tomaron esta misma opción pero movidos por las circunstancias y atropellados por la triste realidad de haber arruinado su vida por 5 segundos de placer, pues ahora son o van a ser tres.
Otros simplemente decidieron no darse cuenta del paso que dieron y continúan con las mismas prioridades y costumbres de la etapa anterior.
Un pequeño segmento de este grupo de personas, ha estado por fuera de la media, es decir, tuvo desde hace tiempo, o logró tener en los últimos días la claridad de lo que quería hacer en el futuro, algunos pensando en generar sólo valor económico; situación que los llevara posiblemente a no lograr la meta propuesta, hasta que la vida los lleve a el sitio ideal donde su elección este acorde con sus habilidades y sea compatible con los tipos de inteligencias que posean.
Otros escogimos el camino a seguir basados en nuestras capacidades y con la plena claridad de lo que queremos ser, dejando de lado otros intereses, con la esperanza de un futuro mejor, siendo consientes del tortuoso camino por recorrer, de los múltiples sacrificios por realizar y las grandes dificultades por vencer.

Por:
Roque Casanova.
Cristian Higuita.
Administración de empresas 1, seccional Urabá.