SER HUMANO

¿NEGACIÓN SUBJETIVA DE... PARA ALCANZAR UN OBJETO COMÚN?

El cuerpo humano está conformado por diversas partes que constituyen un todo, cada una de ellas asume una funcionalidad diferente, un quehacer que se encuentra naturalmente conferido. De igual forma, estas partes están dirigidas por impulsos cerebrales que automatizan las acciones pertinentes a los deberes asignados.
Podríamos referir entonces, que cada ser vivo es un equipo en sí mismo, puesto que, un equipo es un conjunto de elementos que trabajan entre sí para alcanzar un fin común. No obstante, esta definición un tanto poética, sobre la noción de “Equipo, conserva implícito un cuestionamiento que se presta a la reflexión y la discusión.
El cuerpo humano es dirigido desde un centro de mando, problemático en sí mismo, pero al fin de cuentas solo impera un dirigente que selecciona y ordena las tareas para luego asignarlas, con el fin de alcanzar un objeto común, prolongar la vida por un día más, vivir y sobrevivir.
No hay deseos individuales de cada miembro, no hay racionamiento particular, un brazo entonces no cuestionará los intereses cerebrales porque no es consiente de ello.
Es allí donde se genera lo problemático, si bien se han agotados las líneas anteriores en definiciones, nos dan los elementos que discrepan con otros en cuanto a lo que es un equipo.
“Un equipo comprende a cualquier grupo de personas unidos con un objetivo común. Un grupo en sí mismo no necesariamente constituye un equipo. Son muchos los distintos componentes que forman un equipo como el gerente y agentes" (1)*
Según lo anterior, el equipo está organizado sistémicamente y al igual que en el cuerpo humano hay un líder que dirige las acciones requeridas para adquirir el logro propuesto.
Sin embargo, algo más interesante surge de allí, en el equipo de personas a diario se ponen pruebas subjetivas que en ocasiones actúan en detrimento de la meta propuesta. ¿Cómo solicitarle a alguien que se someta a sí mismo para lograr el objeto que también desea?
En la película “La gran seducción” del director Jean-François Poliut puede observarse este fenómeno, cuando los habitantes del pueblo costero de Sain-te-Marie-La-Mauderne, trabajan conjuntamente para lograr que el médico Christopher Lewis se quede con ellos, requisito indispensable para la construcción de una empresa de plástico que les generaría empleo y les permitiría recuperar la dignidad de sentirse útiles ante la sociedad y ante ellos mismos.
Tarea nada sencilla puesto que el médico especializado en cirugía plástica, llega a Sain-te-Marie-La-Mauderne, por evitar una sanción de exceso de velocidad, con todo el universo propio de la ciudad.
Es aquí donde se despliega todo un trabajo en equipo, puesto que cada uno da lo mejor de sí para construir una mentira, mentira que tenía el fin de hacerle creer que Sain-te-Marie-La-Mauderne no resultaba tan aislada de la “civilización” citadina.
Pero dar lo mejor de sí no fue sencillo, pues esto los conllevaba a ser quienes no eran y a negar su verdadera subjetividad. Ésta actividad desesperada dirigida por un habitante del pueblo, el señor Germain Lesage, obliga a cada habitante a asumir un rol y a venderle una imagen distorsionada de Sain-te- Marie-La-Mauderne negándose a sí mismos por un mes. Entra entonces a la etapa de conflicto propia de un equipo. (1) Wikipedia, última fecha consulta 15-05-2008

¿Valdría la pena alcanzar un logro a base de mentiras? Este sería otro tema de discusión, pero en lo concerniente a ésta, es importante preguntarse si valdría la pena ser parte de un equipo que niega las características subjetivas para alcanzar una meta.
Reflexión que debe acompañarse de una jerarquización de necesidades, deseos y construcciones personales y grupales. Papel en el que jugó Éve Beauchemin –La joven de la que se enamoró el médico en Sain-te-Marie-La-Mauderne- cuando tomó una posición aislada, enigmática, pero discreta hasta finalizar la película cuando confesó el espionaje al médico.
En ocasiones, resulta más importante alcanzar metas grupales que personales, puesto que esto beneficiaría las propias, pero también hay momentos para desistir, y ese momento llega cuando los miembros de un equipo fueron instrumentos, recibieron órdenes como el brazo del cerebro y no poseyeron una visión crítica que acompañara la Complementariedad, la Coordinación, la Comunicación, la Confianza y el Compromiso de cada uno.
En “La gran seducción” también puede observarse esto, los habitantes de Sain-te-Marie-La-Mauderne se vieron acorralados por su mentira, no querían seguir actuando como no eran por toda la vida, y un hecho de la casualidad les bonificó todo el esfuerzo, el médico había roto con su novia porque se dio cuenta de que lo engañaba con su mejor amigo y se enamoró de una habitante de Sain-te-Marie-La-Mauderne.
Aspectos casuales que no siempre ocurren, Éve Beauchemin trabajó por su parte sin percatarse por un bien común, pero fuera del equipo, fue independiente en un grupo interdependiente que actuaba sincrónicamente por el mismo fin.
Referencia: “La gran seducción” Película
Felipe Echeverry
Olga Gómez Lezcano