Publicado por Ser Humano...

TOMESE UNA MUESTRA DE ORINA…

Don Antonio Gil era un adulto mayor que visitaba el hospital varios días al mes, estaba vinculado al programa de promoción y prevención y por esto asistía continuamente a hacerse sus chequeos de presión arterial, cierto día, gracias a la ampliación de la cobertura en la atención decidimos ordenarle unos exámenes de laboratorio, la enfermera jefe le entregó su orden para los análisis explicándole que debía presentarse al otro día a primera hora en ayunas para ser sangrado y que en un tarrito que se le entregó debería tomarse una muestra de orina…

A la mañana siguiente don Antonio llega al laboratorio, al ser atendido por una de las auxiliares esta le pregunta que si estaba en ayunas a lo que el responde que si, que el día de hoy el no había desayunado, que solo se había tomado unos “traguitos” que incluían una taza de agua de panela, un pancito y un buñuelo, lo que para el no era desayuno, además, que luego de el haberse tomado la muestra de orina, consideraba que tenía que desayunar; ¡como que tomado la muestra de orina!, preguntó la auxiliar, si – dijo don Antonio; ayer la señorita que me atendió me dijo que en un tarrito que me entregó, yo debía tomarme una muestra de orina, esta mañana me levanté, y cuando estaba en el baño descarté la primera parte de la orina – como se me dijo – y luego yo llene el tarrito y me tomé la muestra de orina…..

Si, aunque ustedes no lo crean, como don Antonio, hay muchos pacientes que visitan nuestro servicios de laboratorio, no solo en la ciudad de Medellín, sino en cada uno de los pueblos a donde llega la atención y cobertura de nuestro sistema, y como él, hay muchos pacientes que entienden y perciben las cosas de manera muy diferente, siempre que nos dirigimos a alguien, creemos que nuestros mensajes quedan claros, nos llevamos por sentado que todo ha sido interpretado, y que desde nuestra lógica, nuestro receptor a captado todo como nuestra mente lo perciben, dando por hecho que somos ciento por ciento explícitos, la invitación es entonces a colocarnos en los zapatos del cliente, en mi caso los pacientes y entender que mi lógica no es la lógica del otro, que mis mensajes pueden ser interpretados de muchas maneras, que las personas, todas, son muy diferentes y por esto tenemos que saber llegar a cada una, con alto tacto, con destreza, con empatía, para así, poder proporcionar el mejor servicio, con la mejor calidad y evitar a nuestros clientes tragos amargos como el que pasó don Antonio…


JULIAN QUINTERO SANCHEZ
BLC U de A
EST SEM I DE ADMON DE EMPRESAS

2 comentarios:

  1. Ser Humano... dijo...

    Julian, eres un divertido, tengo una historia parecida con un coprológico. Tu punto de vista está excelente porque en ocasiones nuestro lenguaje es tan técnico que nos olvidamos del lenguaje del público objetivo.
    Adriana.

  2. Ser Humano... dijo...

    Muy divertido tu articulo, realmente es algo que pasa a menudo. Cuanto nos detenemos a escuchar a los demas o a preguntarnos si nuestro menasaje ha sido interpretado de la forma que queremos!

    Liliana