PERSONALIDAD
POR : Maria Fernanda Carmona
Maria Jhovany Martínez
Administración de empresas (turbo)
Algunas personas piensan que los individuos están regidos por mascaras sociales que le permiten adaptarse a condiciones desfavorables, hipotéticamente esto iría un poco encontra de la definición que se tiene de personalidad la cual es el sello propio y específico de cada uno, esto implicaría mostrarse tal cual en todos los espacios en los que uno se encuentre; sin embargo y debido a las normas establecidas socialmente hay patrones de conducta que se omiten para no faltar a estas, esto supone comportamientos diferentes en espacios diferentes, pero que pasa entonces cuando las normas sociales comienzan a cambiar?. Sabemos que la personalidad se desarrolla a lo largo de la infancia, pero se establece en la adolescencia y esta es una etapa critica por la que pasa el individuo, en este momento (adolescencia) los seres humanos vacilamos acerca de lo que somos, primero me piden que me comporte como un adulto pero a la vez como un niño (niño para algunas cosas, grande para otras), en esta etapa comúnmente es donde se perciben los mayores conflictos a nivel psicológico y emocional, estos problemas varían según la época, en estos momentos la sociedad esta regida por el consumismo, es decir venden la imagen como un sistema de garantizar la plenitud y la armonía de un ser humano, a lo que nos referimos es que básicamente la sociedad se rige por lo bello, lo que ocasiona, que en la adolescencia que es el punto clave de la personalidad se desarrolle a través de este principio, ahora existen más casos de problemas alimenticios, de identidad (la manera de vestir, de distinguirse) y de concebir el mundo generando una serie de enredos en la cabeza del joven que lo llevan a actuar de una forma que es intolerada por la sociedad, y es allí donde se recrimina y se deteriora al joven, y se deja a un lado que en la conducta de una persona influyen tanto la herencia (el equipaje genético, lo que recibimos de nuestros padres), como el ambiente (el entorno) y la experiencia de la vida (la biografía de cada uno) y si hay un problema en alguno de estos sectores, se va afectar el otro. Es por esto que aunque las normas de la sociedad cambien, de una u otra forma van a ser normas, pero esto no quiere decir que aunque nos comportemos de distintas formas, no tenemos una personalidad, puesto que en cada una de mis formas de actuar algo de mi esta puesto. Por eso estoy de acuerdo con que la juventud es el “puente levadizo que lleva a la fortaleza de la felicidad, y es el resultado de un trabajo esforzado, serio, paciente, de quitar y añadir, de pulir, de limar, de intentar que nuestra forma de ser sea como una piedra de canto rodado de esas que vemos en los ríos y que casi no tienen aristas”.[1]
[1] Frase sacada de Internet. Autor anónimo
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